Una avería en el sistema de aire acondicionado del AT&T Center hizo que la temperatura en la cancha de San Antonio Spurs fuese altísima, así como la culpable del proceso de deshidratación de LeBron James, que acabó con calambres en sus piernas y abandonando el primer partido de las Finales de 2014 a falta de cuatro minutos para el bocinazo. El hecho de que estos calambres no sean nuevos en el jugador de Miami Heat cuando se expone a temperaturas muy elevadas han llevado a muchos a pensar que avería en el pabellón texano no fue producto de la casualidad, sino que se trató de una artimaña del equipo local para dejar fuera de combate a la estrella rival. Una teoría conspiratoria que ha ganado fuerza cuando a Danny Green se le escapó ante la prensa que los Spurs dispusieron de ventiladores en el vestuario durante el descanso, mientras que el Heat no contó con ellos en su camerino.
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